miércoles, 11 de noviembre de 2009

"Que nadie, mientras sea joven, se muestre remiso a filosofar, ni, al llegar a viejo, de filosofar se canse. Porque, para alcanzar la salud del alma, nunca se es ni demasiado viejo ni demasiado joven. Quien afirma que aún no le ha llegado la hora o que ya se le pasó la edad, es como si dijera que para la felicidad no le ha llegado aún el momento o que ya lo dejó atrás. Así pues, practiquen la filosofía tanto el joven como el viejo; uno para que, aun envejeciendo, pueda mantenerse joven en su felicidad gracias a los recuerdos del pasado; el otro para que pueda ser joven y viejo a la vez mostrando su serenidad frente al porvenir.
"

Epicuro: Carta a Meneceo

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